viernes, mayo 05, 2006

Casi siempre lo cursi es un recorte de la realidad...

... que sólo toma en cuenta el punto de vista más craso y convencional. Ahora lo diré en español: casi siempre lo cursi es una tontería, o mejor dicho, no es una tontería sino algo quizás hondo y valioso pero que deja de lado todo el espectro de la experiencia y utiliza para la expresión nada más que ideas preconcebidas y gastadas. Traduciré mejor: lo cursi deja de lado una parte de la experiencia y lo que queda de ella, lo pinta con trazos gruesos.
Si yo digo (¡y no lo digo yo, eh! ¡por favor, es nada más que un ejemplo!):
"¡Por siempre serás mi amigo!"
Puede ser la expresión sincera de un sentimiento, o mejor dicho, de un momento emocional. Necesito (¡yo no, el del ejemplo!) creer que siempre querré como amigo a esa persona, bajo cualquier circunstancia.
Y, como ven, falta algo, dejé un aspecto afuera: el bajo cualquier circunstancia. La posibilidad de que pase algo que altere la cualidad de la relación.
Me dejé llevar (pero no soy yo, eh) por una idea vulgar y convencional sobre los vínculos: que éstos dependen enteramente de la voluntad de los involucrados y que si ellos son buena gente, jamás podrán dejar de quererse. Alcanza con que sean buenos y empeñosos y serán fuentes inagotables de amor.
Esto es desmentido todos los días por la realidad. En cualquier caso, los vínculos amistosos que perduran son aquellos donde la gente, además de quererse, pone cuidado y buen criterio.
Por lo tanto, lo cursi desmiente las varias caras de la realidad. Se queda con una, siempre la más dulce, no, la más dulzona y se regodea en ella.