martes, abril 19, 2005

Siempre me extraña que los principiantes de la literatura...

... estén, por lo general, más dispuestos a ser insultados y perseguidos que estimulados y aplaudidos. Casi como si ingresaran sin permiso en una propiedad privada y se sintieran culpables.

4 comentarios:

SIETECUEVAS dijo...

¿será la naturaleza del ser humano?
Hey, recién cuando leí este post pensé que sería fácil dar una explicación más o menos lógica a la timidez literaria de la gente, pero nada eh. Tal vez tenga que ver un poco con el hecho de que se expone uno al juicio y literatura implica (desde mi punto de vista) algo realmente personal.

Gonzalo Paredes dijo...

Claro, es eso. Y también es la firme creencia de los "principiantes" en que los "consagrados" no son simple gente como ellos -es decir, individuos que intentan expresarse por medio de la palabra escrita- sino seres superiores, de una constitución radicalmente distinta, nacidos héroes, genios y semidioses... Propietarios, en suma, de la Literatura (así con mayúsculas). Por lo tanto, entrar en ese territorio es de invasores ilegales, de intrusos, de pequeños delincuentes. ¿Cómo no sentir culpa? ¿Cómo no esperar el castigo?
Parte de mi tarea es desarticular esa culpa y cambiar el castigo por el premio.

José Luis Quiroz Campos dijo...

Muy cierto no hay mal que por bien venga, quien se atreve a escribir poesía, cuento, novela o cualquier similar que se le parezca tiene que estar predispuesto al escarnio de los que por un lado han estudiado y se han refinado en tales actividades, pero hay de aquellos que de manera fugaz se atreven a entrar a sus terrenos, por que corren la suerte de ser ignorados y villapandeados, lo que los han aprendido por técnica y academia no se han dado cuenta, no se quieren dar cuenta que por naturaleza el hombre tiene que expresar en lo sublime sus sentimientos y emociones y esto se tiene que manifestar de todas las formas y maneras posibles, pésele a quien le pese.

Gonzalo Paredes dijo...

Gracias por la visita y el comentario, José Luis, creo que estamos de acuerdo aunque no en todo y quizá no en un punto que me parece fundamental: el escarnio. Dices "quien se atreve a escribir poesía, cuento, novela o cualquier similar tiene que estar predispuesto al escarnio de los que por un lado han estudiado y se han refinado en tales actividades(...)". No entiendo lo del escarnio, inclusive aceptando -lo cual puede discutirse y yo lo discuto- que existe una capacitación académica previa a la creación de literatura. Es como decir que quien se "atreve" a empezar a cursar la carrera de medicina, debe estar dispuesto al "escarnio" de quienes ya son médicos. Eso -me parece- es sadismo, no educación. Y siempre me llama la atención que en los ámbitos de aprendizaje para la creación literaria, siga bastante vigente ese esquema amo-esclavo más bien medieval.
Por lo tanto, no creo que nadie deba ser escarnecido por haberse "atrevido" a escribir. Se lo deberá ayudar, señalando debilidades y proponiendo reflexiones, pero nada más.
Por otra parte, nadie "estudia" para ser escritor. Eso no quiere decir que no se da un proceso de aprendizaje; pero éste es distinto a cursar una materia en la facultad, por ejemplo. Es un proceso de búsqueda interior y de contraste con la opinión de otros acerca del texto realizado.
Deberé escribir sobre estos puntos, aquí en el blog.

Saludos...