martes, mayo 03, 2005

Nunca hay que pensar en un tema...

... para empezar a escribir. Una sensación, un atisbo de inquietud, una imagen, un sabor, alcanzan. Hablar de "temas" es demasiado. Demasiado racionalista, demasiado intelectualizado, demasiado "importante". La literatura es importante, no "importante". El autor no sabe cuál es su tema. Sabe, sí -al menos al principio-, qué sensaciones le vienen al pecho y lo motivan a escribir. O no lo sabe sino que apenas lo intuye y el texto será el buceo en aquella intuición.
Nunca "temas". Éstos son posteriores a la escritura; son lo que se descubre como resultado de la escritura.
Ampliaremos.

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